Claro, tienes un taller muy bien equipado. Tienes pinzas, tornillos de banco, taladros y amoladoras. También tienes algunas herramientas específicas para el esquí, como una plancha de encerar para encerar los toboganes y una afiladora manual de cantos. Pero, ¿es realmente suficiente para prestar un servicio responsable? Francamente, no. Todo lo que el esquí de fondo puede hacer es un mantenimiento básico. Con los esquís alpinos y las tablas de snowboard no se puede hacer mucho: ajustar las fijaciones, comprobar la fuerza de desenganche, reparar la superficie de rodadura, etc.
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Sin duda, eres un experto y has adquirido cierta experiencia y hábitos gracias a los pequeños trabajos de mantenimiento anuales. Sin embargo, esto no es razón para no pedir a un profesional que lo haga al menos una vez al año, antes de la temporada.
Si tu autoestima se vería gravemente dañada si lo dejaras todo en manos de una tienda de esquí, limita tus reparaciones a los esquís de fondo. Estos esquís son más fáciles de mantener y reparar y, lo que es más importante, tienen menos probabilidades de causar lesiones mortales que las carreras rápidas en las pistas.
En el caso de los esquís de fondo, deben recubrirse con Cofix y rasparse antes de la temporada para reparar los surcos de la superficie de rodadura. A continuación, los esquís se impregnan con cera base roja o parafina técnica. Los que prefieren el estilo clásico del esquí de fondo omiten la cámara de grasa de la impregnación. Se trata de la zona en el centro del esquí donde se aplica la cera de escalada. Si sólo quieres esquiar, impregna toda la longitud del esquí. La superficie de deslizamiento se frota por la acción del agua y se seca. Los esquís pierden deslizamiento y no retienen la cera durante mucho tiempo. Debe comprobarse el ajuste de las fijaciones con el esquí. Busca grietas. Si hay grietas, especialmente cerca del trapecio, sustituye las fijaciones, repara las grietas y vuelve a atornillar las fijaciones. Aplique un adhesivo de buena calidad en los orificios de los tornillos.
Los esquís de descenso deben llevarse a un centro de servicio. Lo mismo ocurre con las tablas de snowboard. No existe la posibilidad de disponer de material técnico específicamente diseñado para este equipamiento deportivo. En condiciones domésticas, hay más malo que bueno.